Una historia de raíces, transformación y amor por el Eje Cafetero
En lo profundo del Quindío, entre montañas suaves y cafetales centenarios, nació en los años 70 una finca humilde, dedicada al cultivo del grano más valioso de Colombia: el café. Tierra Labrantía fue, por décadas, testigo silencioso del esfuerzo de familias campesinas que, al ritmo del sol y la lluvia, tejieron con sus manos la historia cafetera del país.
Durante el boom cafetero, esta finca floreció como muchas otras de la región, impulsada por el aroma de la esperanza. Pero con los años, y como la misma tierra, la finca fue transformándose: los surcos dieron paso a caminos, y las casas de los jornaleros se llenaron de voces nuevas, ahora de viajeros curiosos, familias risueñas y niños que descubren por primera vez cómo suena la naturaleza al despertar.
Hoy, Finca Tierra Labrantía abre sus puertas al turismo familiar, con un propósito claro: compartir la riqueza cultural, natural y emocional del Eje Cafetero, sin perder sus raíces.
¡Diversión y descanso en un solo lugar! Bienvenidos a Finca Tierra Labrantía
Aquí no solo vienes a desconectarte… ¡vienes a vivir momentos inolvidables en familia! Cada rincón está pensado para que disfrutes, te rías y compartas sin preocupaciones.
🌿 En el exterior, te esperan:
🛖 Un kiosko para almuerzos al aire libre o tardes de tertulia.
🔥 Una barbacoa perfecta para asados familiares.
🌞 Dos terrazas amplias para contemplar el paisaje con una taza de café en mano.
🏊♀️ Una piscina privada para disfrutar bajo el sol del Quindío.
🚿 Un cómodo baño exterior a disposición.
🎉 Y si lo tuyo es la diversión sin parar…
¡Prepárate para nuestro salón de juegos!
🎱 Mesa de billar
🏓 Ping pong
🎯 Juego de rana tradicional
⚽ Canchitas de mini fútbol
🏀 Aro de baloncesto
💚 Aquí los días pasan entre carcajadas, chapuzones, partidos amistosos y recuerdos que quedan para siempre.
¡Reserva ahora y vive en familia lo mejor del Eje Cafetero en Finca Tierra Labrantía!
Doña Amanda, hija de cafeteros y soñadora empedernida, es la esencia y visión de Tierra Labrantía. Fue profesora por muchos años, y cada vez que pasaba por la finca que alguna vez fue de sus abuelos, decía en voz baja:
"Sueño, anhelo y pido a Dios la posibilidad de hacerla mía."
Ese sueño se hizo realidad. Con dedicación, amor por el campo y profundo respeto por sus raíces, transformó esta finca en un proyecto de vida que honra el pasado y mira con esperanza hacia el futuro del turismo en la región. Cada rincón de Tierra Labrantía habla de ella: de su fe, de su compromiso con las buenas prácticas, y de su deseo más profundo:
Que cada familia que nos visite se lleve una experiencia que perdure en el alma.
En Tierra Labrantía, el interior de la finca conserva la calidez del campo con la comodidad que tu familia merece. Aquí, los espacios no solo se habitan… se disfrutan:
Cinco habitaciones amplias, llenas de luz, ventilación natural y detalles que invitan al descanso.
Cuatro baños privados y un baño social, siempre limpios, equipados y listos para consentirte.
🛏️ Habitación 1: Una cama king size para dormir como en las nubes.
🛏️ Habitación 2: Dos camas queen size, perfectas para familias con niños o amigos.
Segundo piso
🛏️ Habitación 3: Una cama queen size, una cama doble y una cama sencilla. Espaciosa y cómoda para grupos.
🛏️ Habitación 4: Una cama king size y una cama sencilla, perfecta para descansar en armonía.
🛏️ Habitación 5: Una cama queen size, ideal para noches tranquilas y despertar con el canto de los pájaros.
Cada habitación incluye
Colchones cómodos
Almohadas suaves
Lencería fresca y limpia
Baños con ducha caliente
Toallas, jabón y champú
Ventiladores para un clima siempre agradable
💚 Aquí no vienes solo a dormir… vienes a compartir, reconectar y crear recuerdos que perduran. Porque en Tierra Labrantía, el verdadero lujo es sentirse como en casa, pero en medio del paraíso.
¡Tu lugar ideal para vivir el Eje Cafetero en familia te espera!
En Tierra Labrantía, donde la tranquilidad, la calidez y el cuidado te envuelven desde el primer momento.
Aquí no solo encuentras una finca hermosa rodeada de naturaleza, sino también un equipo humano que hace de tu estadía una experiencia verdaderamente especial.
Sandra, mamá cabeza de hogar, llegó a la finca como camarera, y su historia nos inspira. Gente sencilla, alegre y comprometida con hacerte sentir como en casa. Hoy su hijo Manuel, junto a su esposa e hijos, administra con pasión este lugar que los ha visto crecer. Son personas encantadoras, serviciales, y con una energía hermosa que contagia confianza y alegría. Detrás de cada detalle, hay manos que trabajan con amor, respeto y dedicación.